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  • Foto del escritorNQP/NOTICIAS

Neuquén: La mujer que devino en misterio en Los Barreales

Apareció enterrada a la vera del camino. Nadie la reclamó, desconocen su identidad, no se pudo establecer la causa de la muerte y terminó en una fosa común.

Hace tres años en Los Barreales se produjo un hallazgo tan macabro como misterioso, a tal punto que la intriga sigue vigente: ¿Quién es la mujer encontrada? ¿Por qué la descartaron ahí? ¿Cómo fue su muerte?


En esta historia hay muchos espacios en blanco, certezas a media y respuestas que solo puede dar la o las personas que la enterraron.


El cadáver permaneció cinco meses en la morgue judicial y, como nadie la reclamó, terminó en una fosa común en el cementerio. En el expediente todavía figura como NN, es decir sin identidad, y la causa de la muerte es indeterminada. Todo es un gran laberinto.

Al lado del camino

El 2 de enero de 2020 un paisano de la zona de Los Barreales hizo un hallazgo a la vera del camino, donde están los carteles que indican el ingreso a la locación petrolera de YPF de Loma de La Lata – Sierra Barrosa, en el cual operan los pozos 0432(d) y 456. El lugar es una especie de mirador que permite observar con claridad el lago de Los Barreales y Mari Menuco.


Caminando por esa zona, el paisano advirtió que había una rodilla, media mano y un burbujeo que provenía de las entrañas de la tierra. Sin dudarlo dio parte a la Policía porque esos pocos elementos le bastaron para advertir que estaba frente a un cuerpo enterrado.


Un móvil de la Comisaría de Vista Alegre se encargó de ir hasta el lugar a verificar y con una sencilla observación les bastó para dar parte a la fiscalía de homicidios.


La fiscal Sandra Ruixo, en la actualidad jubilada, dio instrucciones precisas para que la Policía se limitara a resguardar el lugar y luego dio aviso a los expertos forenses y criminalistas del Poder Judicial para que ellos hicieran el abordaje integral de la escena del crimen.


Desde un principio se asumió, siempre contemplando la hipótesis de máxima, que se trataba de un crimen. El lugar sería el sitio de descarte del cadáver por lo que había que hacer pericias minuciosas.


Lo extraño es que a 40 metros del lugar donde se produjo el hallazgo, comenzaba una gran zona desértica donde no había tránsito humano y por lo cual, a los fines criminales, hubiese sido el sitio más propicio para hacer deshacerse del cadáver. En la actualidad, ese detalle sigue haciendo ruido en los investigadores.

Abordaje

El 3 de enero, bajo un sol intenso y con 36 grados de temperatura en el lugar, se realizó el abordaje de la escena del crimen que había sido cubierta con un nailon negro sostenido por piedras.


Los integrantes de Criminalística se fueron acercando con precaución y siempre alerta a cualquier elemento que pudiera aparecen en el pedregoso terreno.


Fue así que perimetraron unos 2,5 metros cuadrados porque en el resto del lugar había signos de tierra revuelta producto del enterramiento y del desplazamiento de personas y vehículos. No se encontró ningún elemento contundente desde lo criminalístico.


“De no ser por el burbujeo de los fluidos del cuerpo que llamaron la atención del paisano, tal vez pasaba varios días o semanas sin que la hallaran”, confió un especialista.


Tras correr el nailon comenzaron a dividir en cuadrantes el espacio perimetrado para un análisis pormenorizado de la escena y posteriormente descubrieron el cuerpo que estaba enterrado casi en forma superficial.


El pozo que devino de tumba, terminó teniendo una profundidad de 42 centímetros y un largo un metro cincuenta. Allí descubrieron que se trataba de una mujer de un metro cuarenta de estatura que estaba totalmente desnuda y en una posición muy similar a las de las momias encontradas en la cordillera de Los Andes, es decir con las piernas dobladas.


“El cuerpo estaba enterrado en un 93 por ciento y llevaba unos pocos días”, confió en ese entonces la fiscal Ruixo.


Si bien la descomposición estaba avanzada, el enterramiento había permitido que se conservara un poco mejor. A simple vista los forenses no advirtieron rastros de lesiones que indicaran que se trató de una muerte violenta.


Pero el hecho de que el cuerpo fuera descartado en una zona alejada y en la forma en que lo dejaron, llevaba a suponer que se trataba de un crimen por lo que ahora era el turno de preguntarle al cadáver qué había ocurrido y en el único lugar donde hablan es la fría mesa metálica donde se realiza la autopsia.


¿Qué reveló el cadáver?

Diego Marton, médico forense con más de tres mil autopsias en su haber, fue el encargado de interrogar el cadáver de la mujer.


Sobre su análisis y conclusiones estaban depositadas las expectativas de la fiscalía y de los pesquisas de Seguridad Personal que son los que se dedican a investigar los homicidios.


“Es un caso que tiene un signo de interrogación para nosotros. El estado de descomposición del cuerpo era de cinco a seis días. Al estar enterrada se retardan los procesos de putrefacción lo que complica la data de muerte”, explicó en su momento el especialista.


“No encontré ningún rastro que nos lleve a pensar que murió por un ACV hemorrágico o algo traumático que haga pensar que la mataron. Al no tener una causa de muerte y no encontrar elementos que indiquen que fue una muerte traumática no podemos ni confirmar ni descartar nada, por eso se habla de muerte indeterminada”, explicó Marton.


Al momento de los detalles, el especialista recordó que el cerebro estaba licuado por eso no se pudo determinar si había sufrido un ACV, el corazón estaba en estado de descomposición por lo que era imposible encontrar una lesión de infarto.


La misma descomposición impidió extraer huellas de terceros del cuerpo y tampoco se observaron lesiones de arma de fuego, ni blanca y las radiografías permitieron descartar algún traumatismo.


En la zona del cráneo se buscó evidencia de asfixia y en el cuello compresiones propias de un estrangulamiento, pero la descomposición no permitió que se encontrara rastro alguno.


Por eso mismo había que buscar otras respuestas, fue así que se hicieron hisopados en las zonas genitales, pero no hubo signos de abuso sexual. Se remitieron a laboratorio elementos biológicos para hacer exámenes patológicos y toxicológicos para determinar principalmente si había sido envenenada o consumido alguna sustancia, pero los resultados no aportaron nada en esa dirección.


Como dijo Marton, “la causa de la muerte es indeterminada”.

Perfil NN

La fiscal Sandra Ruixo, con los resultados de la autopsia en la mano, no dudo en valerse de los medios para solicitar cualquier tipo de información respecto de la identidad de la mujer.


El informe forense sirvió para que los pesquisas de Homicidios pudieran tener un perfil de la mujer. Por ejemplo, los talones en buen estado les dio la pauta de una mujer que se cuidaba, su dentadura estaba casi completa, sufría escoliosis propia de un proceso de artrosis, de ahí que se haya estimado la edad en unos 65 años y por las radiografías de cadera se pudo establecer que no había sido madre. Detalle no menor porque al no tener familia directa complica la ubicación de parientes o personas que puedan reconocerla.


Un pesquisa de investigaciones recordó que se remitió a otras provincias la información sobre el hallazgo de esta mujer sin identidad por las dudas de que existiera una búsqueda abierta.


“En Neuquén, Mendoza, La Pampa y Río Negro no obtuvimos nada, pero en Santa Cruz tenían una búsqueda abierta. Se trataba de una mujer a la que la faltaba la cabeza porque la habían decapitado y tenía 45 años. Cuando intercambiamos información, quedo claro que no era la misma persona”, reveló la fuente.


Otra búsqueda se realizó en la comunidad Mapuche que está en la zona de Los Barreales, pero integrantes de la comunidad lo descartaron. Además, la costumbre funeraria de este pueblo originario contempla otras prácticas entre las cuales no se incluye el descarte de un cadáver al costado del camino.


Una última pista se manejó a partir de los ojos porque se creyó que utilizaba algún tipo de lente de contacto lo que se podría ser rastreado, pero resultó ser que la pupila se le había secado y cambiado de color por el proceso de deshidratación del cuerpo.


>> Las hipótesis

Llegada la hora de construir hipótesis a partir de los elementos que arrojo tanto la escena del descarte del cadáver como la autopsia, son innumerables, pero con los especialistas e investigadores abordamos las teorías que podrían resultar más lógicas.


Por la estatura baja y la tez trigueña se podría tratar de una mujer norteña que vino a Neuquén hace años y en total soledad murió y la descartaron. El tema es saber quién se encargó de la disposición final. Esa es la única persona que pueda esclarecer el caso.


También se sospechó de una mujer que haya arribado a Neuquén hace años en condición de trata, ya sea con fines de explotación laboral o sexual. Al morir y no tener familia la descartaron.

“Si fue una muerte natural, ¿por qué la dejaron ahí?”, se preguntó Marton.


Por su parte un pesquisa lanzó su hipótesis: “da la sensación que era una mujer de esa zona y su voluntad final era estar en ese lugar que es como un mirador desde donde ves el lago Mari Menuco y el de Los Barreales”.


Pero, ¿Por qué una vez que fue hallada ningún familiar o conocido la fue a reconocer? Tal vez temieran las consecuencias que tendrían que enfrentar por enterrar un cuerpo en la vía pública.

Lo cierto es que el misterio sigue latente. De la mujer se tomaron huellas digitales y una muestra de ADN que se preserva en el Cuerpo Médico Forense por si algún familiar aparece. La causa está archivada, pero de surgir novedades la investigación se activa de inmediato.


Su cadáver, como el del cualquier otro NN descansa en una fosa común, tal vez el peor de los olvidos que afronta un ser humano, que su ausencia no sea advertida por nadie.


Fuente: LMN

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