El príncipe, que estuvo en el frente de batalla en Afganistán, no gozará del mismo privilegio que el Duque de York, salpicado por sus vínculos con la red de prostitución de menores gerenciada por el fallecido magnate inmobiliario Jeffrey Epstein
Al duque de Sussex se le prohibió el uso de uniforme militar durante los eventos oficiales por la muerte de su abuela la reina Isabel II -incluido el funeral-. Mientras tanto, a su tío Andrés -quien fue despojado de sus cargos militares por su amistad con el multimillonario pedófilo Jeffrey Esptein- se le permitirá hacerlo.
La información fue confirmada por una fuente al Evening Standard, medio británico que había adelantado también que el tío de Harry vestiría un uniforme con una “marca especial de respeto” al montar guardia durante la tradicional Vigilia de los Príncipes en Westminster.
A diferencia de Andrés, que solo ostentó un cargo como exoficial de la Marina Real que sirvió en la Guerra de las Malvinas, Harry estuvo en el frente de batalla en Afganistán por dos períodos, sirvió en las fuerzas armadas por al menos una década y fue condecorado con el título de Capitán General de los Royal Marines.
Sin embargo, todo ello lo perdió luego de que decidiera abandonar la realeza en abril de 2020 junto a su esposa, Meghan Markle.
Una vez que ese proceso, bautizado por la prensa británica como Megxit no tuvo vuelta atrás, la reina se negó a que Harry conservara sus nombramientos militares honoríficos que le habían otorgado como miembro de la realeza superior, a pesar de que él había “suplicado” quedárselos.
Su compromiso con las fuerzas armadas británicas incluye asimismo los Juegos Invictus, una competencia para veteranos y heridos de guerra inaugurada por el duque de Sussex en 2014. Según fuentes del palacio, la polémica entrevista que le concedió a Oprah Winfrey en 2020 estuvo en parte motivada por el enojo que le había provocado su apartamiento del mundo militar.
El código de vestimenta no fue el mismo, por ejemplo, durante el funeral de Felipe de Edimburgo en abril de 2021. En aquella ocasión, la reina decidió que ningún miembro de la familia real usaría uniforme. Se trató de una ruptura con la tradición vista como la solución más elocuente al problema.
