El “Leó Messí” se grita en Francia, en el PSG. Y el “Meeeesssi, Messssi,” se cantaba en Barcelona y se escuchar en cualquier lugar donde se hable español. En este caso en Venezuela, adonde Messi llegó la mañana del martes en su avión privado junto con Paredes y Di María, sus compañeros del PSG.
Lo que genera Messi en Caracas es lo que se ve en muchos rincones. Pasión y admiración. Por eso se juntó mucha gente en la puerta del Marriot, para verlo de cerca al menos cuando se iba al entrenamiento en Caracas, para practicar el estadio Nacional Brígido Iriarte.
Hubo saludo afectuoso de Messi, levantando la mano. Así como el domingo tuvo el gesto de sacarse la foto con el hijo del arquero rival del Stade de Remis, esta vez hizo un guiño de agradecimiento aunque no se acercó porque se hubiera desbordado.
Lionel llegó en la madrugada al Marriot de Caracas, no hubo gente a esa hora, sí durante el día. Desde las 13.00 ya había mucha gente en la entrada. Alrededor de 400 personas estuvieron alrededor del hotel, en la zona de El Rosal. Las personas que se acercaron esperaron tres horas para verlo salir. (LB24)
