Creada por el padre Pellegrino Ernetti en los años setenta, el invento supuestamente permitía "contemplar el pasado vivo".
En la década de los setenta, el multifacético Pellegrino Ernetti, reconocido músico, filósofo y teólogo italiano, alcanzó la fama al proclamar la creación de una máquina del tiempo junto a un distinguido grupo de científicos. Este dispositivo, denominado Cronovisor, según Ernetti, tenía la capacidad de visualizar y escuchar eventos históricos, incluyendo momentos cruciales de la vida de Jesús y otros hitos de la humanidad.
La elaboración del Cronovisor, que demandó 13 años de desarrollo, se describía como un proceso similar a la creación de un telescopio, pero con la particularidad de enfocarse en imágenes y sonidos específicos del pasado. Ernetti afirmaba que esta máquina permitía "contemplar el pasado vivo".
Según la visión del padre Ernetti, la energía espiritual de las almas se convertía en ondas de radio mediante un proceso de osmosis, una interacción de campos electromagnéticos psicoespirituales. Sostenía que estas ondas se descomponían en armónicos hasta llegar al nivel atómico, incluso subatómico.
Lo que diferenciaba al Cronovisor de las psicofonías detectadas por magnetófonos era que las imágenes y voces que captaba provenían de momentos específicos de la vida pasada, no de un estado espiritual presente en otra dimensión. Ernetti basaba su teoría en la idea de que las ondas emitidas por los seres vivos quedaban grabadas en el éter espacial, persistiendo incluso después de la muerte.
El origen de la idea
La historia del Cronovisor se reveló en una entrevista que Ernetti concedió a la revista Tempus en 1972. El sacerdote describió la máquina como el resultado de 13 años de colaboración con destacados científicos de Italia, Francia y Alemania, entre ellos Guglielmo Marconi, Enrico Fermi y Fr. Agostino Gemelli.
A pesar de haber transcurrido más de medio siglo desde su presentación, la existencia del Cronovisor sigue generando opiniones divididas y teorías diversas. En 2002, un documental francés afirmó que la NASA había adquirido la tecnología del Cronovisor para investigar eventos históricos de la Tierra. Sin embargo, la Iglesia Católica ha negado su existencia, argumentando que construir una máquina capaz de mostrar el pasado violaría leyes conocidas y podría ser peligroso en manos equivocadas.
