Una inesperada derivación tomó la causa respecto a la búsqueda de Gabriel Enrique García Gurrea, el hombre que fue visto por última vez hace casi seis meses y del cual no existen indicios concretos respecto de su paradero.
Según se pudo saber, la testigo clave que declaró bajo identidad reservada en la causa y que apuntó a la vinculación de un lavadero de autos secuestrados con la familia de Antúnez, principales sospechosos en el caso que lleva varios meses de investigación.
Incluso, en su testimonio había mencionado que tanto Tamara Pampín como su padre Cristian habían acudido al mismo lugar a pedir los servicios de un curandero, solicitando ayuda espiritual. La mujer pidió custodia policial porque tenía miedo, la cual fue otorgada.
En las últimas horas, se comunicó con la Comisaría de la Mujer y dice que el policía que la cuidaba, la abusó sexualmente. El uniformado está preso en la Federal. Se llama Sebastián Ezequiel Alfonso, es oficial ayudante de la comisaría de General Daniel Cerri.
La mujer dio detalles del ataque, cuenta que estaba en su casa y salió para decirle al custodio que le dolía mucho la muela. El agente le dijo que le iba a solucionar ese problema: le dio una pastilla y una bebida isotónica.
Después de eso, en su testimonio confirma que fue violada y menciona en su denuncia que hay rastros de fluidos en las sábanas y las prendas. Todo este material está siendo peritado por la PFA, al igual que el celular del acusado. (LB24)
