Con el asesino del policía prófugo, todo parece indicar que su destitución es inminente. La justicia neuquina se juega la integridad en este jurado de enjuiciamiento.
La jueza de ejecución Raquel Gass cuenta los días de cara al jurado de enjuciamiento que deberá afrontar por el extrañamiento por error del chileno Héctor Hernán Ruiz Herrera que asesinó, el 5 de octubre de 2014, al policía Víctor Garro durante un procedimiento en Añelo.
El panorama para Gass es crítico porque Ruiz Herrera, desde hace cinco meses está prófugo de la justicia chilena, y la carta más importante que tenía para zafar de la destitución era que el chileno estuviera tras las rejas de la U11 antes del jurado de enjuciamiento en el que la justicia neuquina se juga la integridad.
Frente al abismo
Raquel Gass podrá tener detractores, pero la balanza se inclina mucho más hacia el respeto que le tienen sus pares que lamentan que haya quedado al borde del abismo.
La jueza es la responsable legal de la ejecución de la pena de cada uno de los presos que tiene a cargo y es por eso que quedó en una posición sumamente complicada.
El error del extrañamiento de Ruiz Herrera fue tal vez un exceso de confianza en el trabajo cotidiano que suelen tener los judiciales.
Puntualmente hay un nombre que no hay que olvidar: Carlos Caroselli, el asistente letrado de la fiscalía que respondió al traslado que le corrió la jueza con total negligencia.
Gass, cuando sacamos a la luz esta investigación el 16 de julio de 2022, dio la cara y aseguró que “soy de la opinión de que las cosas hay que contarlas, sea lo que sea, lamentablemente en este caso fue un error, una situación desafortunada”.
En ningún momento la jueza se lavó las manos sobre el hecho, pero nobleza obliga, la situación desafortunada estuvo guardada bajo siete llaves durante un año, porque el extrañamiento se concretó a fines de junio de 2021.
La familia Garro y su abogado querellante, Gustavo Lucero, se enteraron de todo por la investigación de este medio.
Ni la jueza, ni la Ofiju, ni la fiscalía se encargaron de dar aviso a las víctimas. ¡Otro grosero error!
Es más que sabido, que hay que darles aviso a las víctimas, no solo para que sepan sino para que tengan la posibilidad de ser escuchadas.
Para los Garro y su abogado, hubo una suerte de red de complicidades para sostener el ocultamiento sobre el extrañamineto a la espera de capturarlo y fingir que nunca pasó nada.
Ahora, es de esperar que durante el jurado de enjuiciamiento se pueda establecer y aclarar las responsabilidades sobre quién le tenía que avisar a la familia.
Se esfuma la esperanza
Cuando Ruiz Herrera fue atrapado en Temuco el 5 de octubre del año pasado, a Gass y a otros funcionarios judiciales les volvió el alma al cuerpo.
Para los que bancan a Gass, que Ruiz Herrera volviera a tras las rejas de la U11, habilitaba la posibilidad de que pudiera zafar de la destitución. Hasta se contemplaba armar una reunión con la familia Garro para que la jueza pudiera pedirles disculpas personalmente.
Con algo de maquillaje se podría haber llegado a aplicar una sanción que incluyera un par de meses sin cobro de sueldo.
Incluso una fuente analizó en ese entonces: “A los Garro les reconviene que Gass siga siendo jueza (con Ruiz Herrera tras las rejas) porque se va a encargar de contarle las costillas durante toda la pena”.
Esa lectura debemos admitir que es cierta, obviamente Gass intentará no tropezar dos veces con la misma piedra, pero a los Garro les convenía mucho más que los respetaran durante todo el proceso y los ningunearon.
Retomemos. Después de varias idas y venidas en la justicia chilena, finalmente cuando autorizaron la extradición, Ruiz Herrera, sin prisa, pero sin pausa, tomó la mochila en la casa de su mamá en Temuco, y se esfumó.
Ahora, lleva cinco meses prófugo con Interpol y la PDI tratando de capturarlo.
También importan las respuestas
Con Ruiz Herrera prófugo es muy complicado que Raquel Gass pueda salvarse de la destitución.
“Coincido en que el actual escenario es muy complicado”, indicó una fuente judicial.
En los pasillos del Poder Judicial comentan que Gass está confiada de que va a zafar e incluso comentan que “está inflexible para un acuerdo razonable de imposición de sanción de suspensión de empleo por el error”, detalló otra fuente que afirmó que la posición de la jueza es tan extrema que habría generado algunas tensiones con su defensor.
No obstante, el episodio de Gass generó cierto revuelo en el mundillo judicial. De hecho, el año pasado cuando estalló el escándalo, “hubo una reunión en el Colegio de Jueces donde se charló mucho sobre lo que ocurrió con Gass. Todos hemos coincidido en que todo tipo de pedido que realicen las partes sea en audiencia pública videograbada y nada de escritos. Es una forma de ponernos nosotros también a resguardo. Gass confió en la fiscalía y así le fue”, indicó una fuente judicial.
Ahora, si hacen zafar a la jueza de la destitución, qué le van a explicar a la familia Garro. A esto se suma, con qué rostro el Poder Judicial y Político va a mirar a los policías que arriesgan día tras día su vida en las calles para proteger a la comunidad.
Y un último interrogante: ¿qué clase de confianza tendrá la sociedad en la justicia neuquina, a la que hace rato mira de reojo?
