Es de uso profesional y no requiere instrumentación especial. Es fácil de interpretar y arroja un resultado confiable entre los cinco y ocho minutos de realizado el test.
La nueva prueba rápida Bioline™ Influenza Ultra, autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), ya está disponible en el país para ser usada por profesionales de la salud, ofreciendo una herramienta eficaz para la detección de la gripe, que tiene una mayor prevalencia durante la temporada de invierno.
Esta prueba permite la detección e identificación del virus de la Influenza (gripe) A y B, a través de hisopos o aspirados nasofaríngeos, con resultados en 5-8 minutos, lo que hace que el diagnóstico y el tratamiento sean más efectivos, especialmente durante el invierno cuando aumenta la circulación de este virus.
Además, la OMS sugiere la vacunación anual, el uso de medicamentos antivirales y medidas de protección personal como lavarse las manos, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar y aislarse si se está enfermo.
“Para apoyar la salud pública, debemos estar un paso adelante en el diagnóstico, de modo que los profesionales de la salud puedan tener las herramientas de primera línea que necesitan para identificar rápidamente la Influenza tipo A y B y recomendar un tratamiento temprano, especialmente para los grupos en riesgo”, afirmó Óscar Guerra, director médico en Latinoamérica del laboratorio que creó el test.
“Gracias a esta innovación, el personal de atención médica puede tener acceso a resultados rápidos y confiables para prescribir tratamientos y cuidados”, resaltó el especialista.
Fiabilidad y rendimiento de la nueva prueba contra la Influenza
Un estudio clínico de rendimiento versus cultivo celular utilizando hisopos nasofaríngeos demostró que Bioline Influenza Ultra de Abbott tiene una sensibilidad del 88,5% para la Influenza A y del 91,5% para la Influenza B y una especificidad del 97,4%.
La prueba es confiable y fácil de leer, con líneas claras codificadas por colores para identificar qué virus, si lo hay, se detecta. En la Argentina, es para uso profesional como entornos de punto de atención, incluidos hospitales, salas de emergencia y laboratorios clínicos.
La importancia de la prevención de la gripe
Según un informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación, en 2019 fallecieron 32.541 personas por gripe o neumonía en la Argentina .
Desde el comienzo de la pandemia, la circulación de la gripe ha sido menor a medida que las personas se distanciaron socialmente y usaron barbijo. Sin embargo, con más personas volviendo a sus actividades normales, la Argentina ha visto un aumento temprano en los casos de Influenza A (se registraron 129.916 casos durante las primeras 12 semanas de este año), que normalmente circula a fines del otoño y durante el invierno (principalmente entre los meses de mayo y agosto), lo que hace que la necesidad de realizar pruebas sea aún más crítica.
“Los expertos en salud pública esperan ver un regreso más fuerte de la gripe a medida que las economías se reabren por completo y aumentan los viajes y las actividades sociales. Para prepararnos, debemos estar atentos a las pruebas sintomáticas y el tratamiento temprano para reducir la propagación de la gripe”, aseveró Guerra.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. recomiendan que se usen las pruebas de diagnóstico rápido de la Influenza (RIDTs, por sus siglas en inglés) para ayudar a tomar decisiones de diagnóstico y tratamiento para pacientes en entornos clínicos, como si se deben recetar o no medicamentos antivirales.
Estas pruebas rápidas pueden ser útiles para detectar la infección por el virus como causa de brotes respiratorios en cualquier entorno, pero especialmente en instituciones donde se congregan personas, como hogares de ancianos, centros de atención de enfermedades crónicas y hospitales, así como escuelas, entre otros.
Acerca de la Influenza
Antes de la pandemia de COVID-19, los virus de la Influenza eran la principal causa de los síntomas gripales, que afectaban principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, en ocasiones, los pulmones.
La infección viral suele durar una semana y se caracteriza por la aparición repentina de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza, malestar general, tos seca, dolor de garganta y rinitis.
El virus se transmite fácilmente de una persona a otra a través de gotitas y pequeñas partículas expulsadas al toser o estornudar. Tiende a propagarse rápidamente en epidemias estacionales y la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, ancianos y personas con otras afecciones médicas graves, la infección puede provocar complicaciones graves.
