
Un problema recurrente en el puente sobre el río Grande
Adolescentes y niños han convertido el puente del río Grande, que conecta con la Isla 132, en un trampolín improvisado, arrojándose al río Limay a pesar de los riesgos. Una situación alarmante ocurrió recientemente cuando un adolescente, incitado por su padre, sufrió graves heridas tras golpearse contra el fondo del río. Gracias a la rápida acción de un guardavidas, se evitó una tragedia, pero el joven tuvo que ser sometido a cirugía por fracturas en el pómulo y las vértebras cervicales.
Estrategias preventivas del municipio
Desde el fin de semana, el personal municipal se instaló en el puente para dialogar con quienes intentaban arrojarse. El director de Seguridad Balnearia, Gabriel Rambado, señaló que los horarios más críticos son entre las 16 y 20 horas, cuando se concentran estas conductas. Las autoridades explican a los visitantes los peligros asociados y recalcan que está prohibido usar el puente como trampolín.
Además, el Sindicato de Guardavidas de Neuquén propuso instalar mallas protectoras en el interior de las barandas del puente para dificultar el acceso y permitir la intervención policial. Esta solución, según los guardavidas, podría prevenir futuros accidentes en la zona.
Una peligrosa "tradición" que preocupa
El encargado del balneario, Mauro Kolep, aseguró que esta práctica es recurrente, especialmente los fines de semana. Advirtió sobre la falta de conciencia respecto al peligro que representa lanzarse en un área de fondo impredecible, con posibles ramas o piedras.
A pesar del esfuerzo de los guardavidas por atender todas las áreas del río, su capacidad es limitada debido a la alta concurrencia de familias en otros sectores. Kolep enfatizó la necesidad de un enfoque más amplio para garantizar la seguridad en toda la zona balnearia.
Seguridad y conciencia: el desafío del verano
Las autoridades municipales y los guardavidas de Neuquén trabajan intensamente para evitar que estas conductas imprudentes generen tragedias. Con medidas preventivas, diálogo y posibles soluciones estructurales como las mallas, buscan garantizar la seguridad en el acceso a Isla 132, un espacio clave para el disfrute de la comunidad durante el verano.
📣 ¿Estás ahí? Estamos con vos. Disfrutemos del verano con responsabilidad. 🌊
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