El centro financiero de China, Shanghái, reportó el jueves más de 27.000 casos de coronavirus, un nuevo récord, un día después de que el presidente Xi Jinping dijera que el país debe continuar con su estricta política de "limpieza dinámica de COVID" y medidas de control de la pandemia.
Shanghái está luchando contra el peor brote de COVID-19 en China desde que el virus surgió por primera vez en Wuhan a fines de 2019, y sus 25 millones de residentes permanecen en gran parte encerrados, aunque las restricciones se aliviaron parcialmente en algunas áreas esta semana.
Las restricciones más amplias para detener la propagación de la variante Omicron altamente infecciosa han provocado interrupciones logísticas y de la cadena de suministro que están teniendo un costo económico creciente, lo que se suma a las expectativas de que el banco central de China pronto anunciará más medidas de estímulo.
Un estudio del 7 de abril realizado por Gavekal Dragonomics encontró que 87 de las 100 ciudades más grandes de China por PIB han impuesto algún tipo de restricciones de cuarentena.
Mientras tanto, los residentes de Shanghái recurrieron a las redes sociales para expresar su frustración por las dificultades para obtener suficientes alimentos y la política de China que requiere que cualquier persona que dé positivo, sintomático o no, sea puesta en cuarentena central, donde muchas personas se han quejado de las malas condiciones.
Aumentando las esperanzas de un cambio en la política, el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicó el miércoles una guía sobre la cuarentena domiciliaria en sus redes sociales.
La guía de los CDC (cuarentena en una habitación bien ventilada equipada con máscaras, desinfectante y otros equipos) generó esperanzas de que la regla central de cuarentena podría relajarse.
Sin embargo, cuando un usuario de las redes sociales le preguntó en una sección de comentarios en línea sobre quién podría ser elegible para la cuarentena domiciliaria, los CDC se refirieron a las reglas anteriores.
Las autoridades de Shanghai tampoco dieron indicios de ningún cambio de enfoque durante una sesión informativa del jueves.
El miércoles, Xi dijo durante una visita a la isla de Hainan, en el sur de China, que China debe apegarse a su estricta política de "limpieza dinámica de COVID" mientras la pandemia mundial sigue siendo muy grave, y prometió a los que soportan los bloqueos que la persistencia ganará al final.
Indicó que no habrá un cambio inmediato de enfoque en las medidas de control de la pandemia y dijo que el país debe apegarse a su enfoque, que casi ha cerrado las fronteras de China a los viajes internacionales, y no relajar las medidas de prevención.
Los comentarios de Xi siguen a varios artículos recientes de los medios estatales que apoyan la agresiva estrategia COVID de China, incluso cuando los residentes de Shanghái se irritan por las restricciones.
El jueves, un artículo titulado "La paciencia de la gente de Shanghái ha llegado a su límite" por una bloguera llamada Lady Moye, que enumera el costo humano de las medidas de línea dura contra el COVID-19 de Shanghái, incluidas las separaciones familiares, se volvió viral en la plataforma de redes sociales WeChat.
Un comentario, "Quien borre este artículo debería sufrir una muerte lamentable", recibió más de medio millón de "me gusta" en siete horas, antes de que el artículo fuera eliminado por violar las normas, según un aviso de WeChat.
Un video proporcionado el jueves a Reuters desde el interior de un centro de cuarentena mostraba a personas en camas plegables separadas por menos de un brazo. Un ocupante dijo que más de 200 personas compartían cuatro baños, sin duchas.
El jueves, Shanghái reportó un récord de 2.573 casos sintomáticos el día anterior, frente a los 1.189 del día anterior, mientras que los casos asintomáticos alcanzaron los 25.146, frente a los 25.141.
Un funcionario de la ciudad dijo que los casos continuaron aumentando a pesar del cierre en parte debido a la acumulación de resultados de las pruebas y debido a la transmisión continua entre miembros de la familia.
En la provincia nororiental de Jilin, afectada por el coronavirus, las autoridades dijeron que habían erradicado la propagación local de COVID-19 después de luchar para reducir los casos desde mediados de marzo.
Pero el centro tecnológico del sur de Shenzhen parecía estar experimentando un resurgimiento después de sofocar un brote el mes pasado. El jueves, las autoridades informaron 21 nuevas infecciones, incluidas 8 con síntomas y 13 sin síntomas, su total más alto desde el 21 de marzo.
Fuente: Reuters
