Un grupo de jóvenes protagonizó una fiesta en un hotel de la base del cerro Catedral. Habían llegado a Bariloche en un viaje programado por la empresa Soulmax, la misma que ya había sido denunciada por trasladar y alojar a egresados a pesar de la prohibición que rige por un decreto del gobierno nacional.
A la espera de una definición del gobierno nacional respecto al regreso de los viajes grupales para egresados, una empresa de turismo estudiantil volvió a protagonizar un evento clandestino. Se trata de la firma Soulmax, que organiza “viajes premium” a Bariloche, entre otros destinos, y que esta vez permitió la realización de una fiesta clandestina en su complejo hotelero, ubicado en la base del cerro Catedral.
Una vez más fueron los vecinos quienes dieron paso a la intervención de la Policía y luego a la Justicia. Es que, a pesar de las restricciones vigentes, unos 50 jóvenes, que contrataron los servicios del operador estudiantil, participaron de una celebración que incluyó gritos y música hasta altas horas de la madrugada del jueves (12/8). Una llamada al servicio de emergencias 911 alertó sobre lo que estaba ocurriendo luego de que, algunos de los chicos, amenazaran a quienes se acercaron a pedir que bajaran el volumen de los equipos de audio.
Minutos más tarde, los móviles de la Comisaría 27 del barrio Melipal rodearon el lugar. A ver las luces de los patrulleros, los jóvenes que se encontraban en el lugar emprendieron la huida pero una docena de ellos fueron atrapados. Ya en la dependencia policial se constató que se trataba de turistas que habían llegado desde Buenos Aires. Se dio intervención a la Fiscalía para la apertura de una causa por violación al artículo 205 del Código Penal, además de la resistencia a la autoridad.
Pero este no fue el único episodio en el que se vio envuelta Soulmax en Bariloche. La empresa ya cuenta con una denuncia que realizó el municipio local ante la Justicia Federal por organizar un viaje para 54 personas y alojarlos en su complejo hotelero, al pie de la montaña, a 16 kilómetros del centro de la ciudad.
En aquella oportunidad, una inspección municipal detectó que el contingente estaba compuesto, en su mayoría, por jóvenes de entre 18 y 19 años de edad bajo el argumento de una reunión de amigos apasionados por los deportes de invierno. Incluso habían llegado a Bariloche en grupos más pequeños para no levantar sospechas. Aquella vez los involucrados declararon ser procedentes de la ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata y de la provincia de Buenos Aires.
Pero la escandalosa relación entre Soulmax y Bariloche también contempla que la empresa fue la primera de su tipo en reportar casos de coronavirus en un contingente estudiantil. Ocurrió en diciembre del 2020, en plena reapertura del segmento. La firma había logrado que 160 chicos llegaran desde el Gran Buenos Aires y la provincia de Entre Ríos para alojarlos en la base del cerro Catedral.
A pesar de los protocolos que establecían la obligatoriedad de un análisis PCR negativo para emprender el viaje, y un método de burbujas para no mezclarse con otras personas, dos chicos dieron positivo para COVID-19 en Bariloche y otros diez se registraron como casos activos al momento de regresar a Ezeiza. Por ese entonces, fuentes vinculadas al turismo estudiantil en Bariloche señalaron que los contagios fueron sólo de esa empresa y aclararon que los chicos no hicieron las excursiones tradicionales ni fueron a ninguno de los boliches para esos grupos, como sí lo hicieron otros egresados, entre quienes no se registró ningún contagio. (VDM Noticias)
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